En este mes de agosto, miembros de la Asociación Cultural «La Carrahila» han señalizado la antigua ubicación de la Torre del Puerto de La Losilla, junto a la CN-301, en la línea divisoria de los términos municipales de Ulea y Blanca. La acción se ha efectuado para que quedara constancia la localización de dicha fortaleza a futuros transeúntes, debido a que fue arrasada en su totalidad, en los últimos años del pasado siglo, por una rotulación agresiva realizada en la parcela donde se asentaba.
El hito de piedras y el cartel en azulejo han sido colocados sobre los únicos restos conservados de la torre, desplazados a escasos metros de su sitio original, que consisten en una cimentación de planta cuadrada de aproximadamente 1,20 metros de lado por 0,60 metros de altura. La torre fue la única fortaleza perteneciente a la Encomienda de Ricote que se prolongó en el tiempo más allá de la Edad Media, llegando hasta la desamortización del siglo XIX.
A pesar de su pervivencia hasta fecha tan cercana, hoy día no queda prácticamente ningún vestigio de ésta. Es por ello que la Asociación Cultural «La Carrahila» ha querido recuperar la memoria de lo que nunca debió perderse, marcando la localización de este desaparecido Bien de Interés Cultural (nº inv.: 41014), perteneciente al Término Municipal de Ulea, que constituyó, en el pasado, un importante fuente de ingresos para la encomienda santiaguista de Ricote gracias al cobro del arancel en el enlace de las dos principales vías de comunicación que pasaban junto al Valle de Ricote: el Camino Real de Murcia a Toledo y la ruta que se dirigía hacia el Altiplano y tierras valencianas.
La Torre del Puerto de la Losilla en la Historia(información extraída del libro de Jesús Joaquín López Moreno
El Valle de Ricote a través de sus fortalezas, Madrid, 2008, 75 y 76)
como queda evidente en los restos hallados por la Asociación Cultural «La Carrahila» en el Barranco del Saltador, en dicho puerto, en marzo de 2006. Nos encontramos con otro de los diversos ejemplos de toponimia valricotí usada por los mozárabes, cuya raíz celta “lausia” (“losa”) pervivió a la arabización.La torre era de planta cuadrada de 6 metros de lado y de 11,20 metros en su mayor altura. Estaba constituida por una planta baja, dos pisos y terrado almenado. La puerta de acceso era levadiza, ubicada en el primer piso a 2,40 metros del suelo y en comunicación con la cámara alta de la venta de La Losilla que distaba 1,5 metros de separación. Por otro lado, la planta baja tenía tres saeteras a cada lado y una cuarta parte del hueco de la torre fue ocupado por la escalera de obra
que comunicaba esta dependencia con los dos pisos y el terrado. En lo más alto se daba una garita perpendicular a la puerta de la torre, con un agujero en el suelo para vigilancia del acceso. La construcción del adarve con almenas se data entre 1511 y 1515. En la fachada de la torre queda documentado el escudo de armas de la Orden de Santiago.
Como quedó dicho, la torre constituyó la única fortaleza de la Encomienda de Ricote que se prolongó más allá de la Edad Media, llegando hasta la desamortización del siglo XIX. A pesar de su continuidad hasta fecha tan cercana, hoy no existe prácticamente ningún testimonio de ella. Lo que nunca debió perderse…



